Ginés Amorós, hijo de Ginés y de Ana Gonzálvez (Callosa,1628 – Orihuela, 1683), notario de la ciudad de Orihuela, casado con Francisca Vaillo Fuentes y padre de cinco hijos, de los que sólo le sobrevivirían dos hijas, Ángela y Anna.
De Ginés Amorós Gonzálvez, notario de la ciudad de Orihuela, me separan 11 generaciones.
Los padres de Ginés se desposaron en la parroquia de El Salvador de Orihuela en marzo de 1624. El notario Tomas Llopes fue testigo de este matrimonio. Ese mismo año nació el primer hijo de la pareja, Joseph, bautizado en Callosa. Ginés nacería cuatro años más tarde.
La madre de Ginés, Anna, debió morir muy joven, ya que el padre (de no tratarse de un homónimo) casó un par de veces más en los años siguientes: sus segundas nupcias fueron con Agostina Aguilar el 2 de mayo de 1633. Apenas cuatro años más tarde, viudo de nuevo, volvió a casar con Anna Timor en 1637, quien aparece ya como su viuda en el vecindario de Callosa de 1645.

Ginés, el menor, se casó a los 20 años con Francisca Vaillo Fuentes, hija de los ilicitanos Pere Vaillo Molla y Ángela Fuentes Sansano, el 16 de diciembre de 1648, en la iglesia de las Santas Justa y Rufina de Orihuela. De este matrimonio nacerán un mínimo de 5 hijos: Ginés (1650), Joan y Anna Francisca (gemelos, 24 de septiembre de 1651), Gregoria Ángela Isabel (1654) y Anna Jusepha Francisca (1656).
Desconozco los motivos e intereses por los que Ginés decidió dedicarse profesionalmente a ejercer el oficio de notario, pero el caso es que consta ya como practicante de notario en 1650 en los protocolos de Roque Company.

1656 será un año crucial en su vida. Ginés, a los 28 años, abre despacho como notario en marzo, nacerá su hija Anna el 1 de abril, fallecerá su esposa, presumiblemente como consecuencia del parto, y volverá a casar apenas unos meses después, el 9 de agosto, con Juliana Casio o Caxi, con la que no tendrá hijos y que le acompañará hasta el día de su muerte.



Firmas y sello de Ginés Amorós

Su vida no sería larga. El 21 de abril de 1683 fallecerá a los 54 años tras ejercer 26 años como notario. Su muerte aparece perfectamente documentada gracias al testimonio dejado por uno de sus compañeros de oficio y su testamento:

«Murió Ginés Amorós, notario, en 21 de abril 1683 a las 6 de la mañana»

En su testamento, de 20 de abril de 1683, un día antes de su muerte pide ser enterrado en el vaso de la Virgen del Rosario de la parroquia de el Salvador,
deja como usufructuaria de todos sus bienes a Juliana Coxí, su última esposa, además de restituirle la dote y de repartir la parte correspondiente a los gananciales,

aclara que sus hijas deben darse por contentas y satisfechas, con las dotes repartidas en sus respectivos matrimonios: Ángela con Joseph Pujalte, notario; y Anna con Alonso Rufete, carpintero,

e instituye como herederas universales y generales por derecho de institución a sus nietas Francisca Pujalte y Ángela Rufete, hijas de Ángela y Ana, respectivamente.

El testamento fue público en mayo de ese mismo año:

En otro orden de cosas, curioseando algunos de sus protocolos, esta imagen me ha hecho sonreír:

Voici. Ginés, en su mayor esplendor. 1664. Tenía 38 años cuando, o bien se autorretrató (y no era muy buen dibujante), o bien se dejó retratar: en cualquier caso, joven, agraciado de cabello y porte, bien vestido, actitud relajada y pensativa, mirando directamente a los ojos. Junto a él, sus poderes: silla y mesa con todo lujo de detalles, así como un espacio de trabajo perfectamente teatralizado: Una cruz preside la mesa, están presentes sus instrumentos de trabajo (pluma y rebedor), y una magnífica Vanitas con su calavera y tibias cruzadas, ingenuamente sonriente, así como un reloj de arena que nos recuerdan el inexorable paso del tiempo. Conservó esta imagen en uno de sus protocolos. Y yo, que se lo agradezco…
Esta imagen, de hecho, me ha transportado a mis años de Bachillerato y Universidad cuando nos instruían en el noble arte de la lectura de los símbolos presentes en las obras de arte…

A esta vanitas no le falta de nada…

Y cómo no… el archiconocido «Los embajadores» de Hans Holbein, el Joven…

Por último, los protocolos de Ginés se recogen igualmente otros detalles interesantes como la composición del Ilustre Colegio del Arte de Notaría a lo largo de los años. En junio de 1662, fueron elegidos como mayorales Diego Lapuente y Gregori Botella. Ginés será el escribano para este mismo período.

Por cierto, algo debió suceder en 1664 para que no fueran extraídos por redolí los mayorales al no haber número suficiente para la extracción. El Justicia, José Díaz, haciendo uso de su privilegio decidió nombrar entonces a Jacinto López y a Ginés Montesinos.
