

En resumen, en Benejúzar 80 víctimas mortales, 50 heridos, 11 caballerías, 257 casas quebrantadas, 29 respiraderos, la Iglesia y el puente quedaron registradas como pérdidas ocasionadas por los terremotos del 21 de marzo de 1829.

Relación de desgracias modificada, 92 víctimas mortales en Benejúzar
Un año más tarde, el ingeniero Real Don José Larramendi reconstruirá el pueblo en la otra margen del río Segura ocupando su actual emplazamiento. De los cuatro pueblos reconstruidos en su totalidad (Torrevieja, Almoradí, Guardamar y Benejúzar), Benejúzar era el único de propiedad particular ya que continuaba siendo un señorío de jurisdicción alfonsina del que era titular el conde de Pinohermoso. La reconstrucción se hizo en una planicie sobreelevada lo que permitía mayor protección ante las frecuentes riadas sobre unos terrenos adquiridos al propio conde de Pinohermoso. Como suele ocurrir, a pesar del traslado, algunas familias se mantuvieron en el emplazamiento originario y aún hoy día el espacio del antiguo caserio es fácilmente reconocible en forma de montículo formado por los restos del pueblo derruido.
El nuevo pueblo contaba con 186 casas en trece manzanas de 30 a 80 pies de frente y 50 a 60 de fondo. 36 de las casas fueron dadas a viudas y propietarios pobres. El resto fueron construidas por sus propios dueños.
Por tanto, un nuevo plano urbanístico ortogonal, formado por cuatro calles paralelas cortadas por tres perpendiculares con una plaza central de 121 metro sde largo por 111 de ancho, donde se levantaba la iglesia.

Daños en Benejúzar

Benejúzar un siglo después. Vuelo de Ruíz de Alda (1929)